La isla de Lanzarote es considerada como una de las zonas más áridas de la Unión Europea. El clima se caracteriza por una pluviometría inferior a 150 mm con una gran variabilidad interanual, elevada evapotranspiración (ca. 2000 mm), temperatura media anual alrededor de 20ºC, con notables oscilaciones diarias y elevada humedad relativa del aire (promedio diario superior al 70%).

Sin embargo, en este medio adverso y en un ambiente de evidente desertificación, el campesino canario ha desarrollado unas técnicas agrícolas tradicionales, entre las que se encuentra el uso de materiales piroclásticos basálticos como cobertura del suelo, conocido localmente como “arenados”. Con frecuencia se asocia el origen de esta práctica agrícola a las erupciones de 1730-1736 que cubrieron una superficie de aproximadamente 200 km² en la zona centro-occidental de la isla, con un profundo cambio en el paisaje y en la agricultura isleña. Se distingue entre arenados naturales y arenados artificiales, según que la capa superficial tenga procedencia natural o antrópica. Estos sistemas permiten una agricultura sin riego más o menos diversificada y productiva. Estas técnicas bien adaptadas al medio, conservadoras de suelo y agua, son un modelo de desarrollo sostenible.

En la actualidad, a pesar de las políticas de potenciación de las medidas de conservación, restauración y recuperación de los paisajes agrarios tradicionales que sean de interés, la oferta de nuevos recursos hídricos ha ocasionado que la agricultura tradicional no pueda competir con la productividad de la agricultura forzada. Parece por tanto inevitable una tendencia a la expansión de nuevos regadíos en contextos de secano tradicional y consecuentemente cobrarán mayor importancia los estudios que evalúen e intenten minimizar los impactos de esta transformación.

En efecto, en la última década la disponibilidad de aguas recicladas (depuradas y desalinizadas) ha llevado a un cambio de manejo de secano a regadío en estos sistemas. Actualmente la cantidad de agua disponible por este método en la isla es de 6.1 hm³/año, con unas previsiones para el año 2012 de 24.4 hm³/año La superficie bajo irrigación en la actualidad es de 400 ha, principalmente con riego por goteo. El agua utilizada para el riego agrícola procede de la mezcla de dos estaciones depuradoras con tratamiento terciario. Los resultados preliminares obtenidos son preocupantes, pues reflejan el peligro a corto-medio plazo de degradación de los suelos, con un aumento de la salinidad y de la sodicidad, así como de los niveles de boro.

El objetivo de esta excursión post-congreso es dar a conocer el sistema de arenados, observando sobre el terreno su diseño y analizar las repercusiones del mismo en distintas propiedades del suelo, tanto bajo secano como regadío.